Un futuro sustentable construido con madera

La reciente noticia sobre el desarrollo de “Stockholm Wood City”, el proyecto que se convertirá en la ciudad más grande de madera del mundo, ha captado la atención global.

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Un futuro sustentable construido con madera

La reciente noticia sobre el desarrollo de «Stockholm Wood City», el proyecto que se convertirá en la ciudad más grande de madera del mundo, ha captado la atención global. Diseñada por los estudios escandinavos Henning Larsen y White Arkitekter, esta impresionante ciudad de madera, que cubrirá 250.000 metros cuadrados en el barrio de Sickla, Estocolmo, contará con 7.000 espacios de oficinas y 2.000 hogares, brindando un nuevo significado a la armonía y sostenibilidad.

Suecia, junto con otros países nórdicos, Canadá, Estados Unidos y Japón, ha sido pionera en la construcción con madera y está estableciendo estándares exigentes en términos de sostenibilidad y bienestar. La madera como material de construcción ha demostrado ser altamente beneficioso, ya que no solo almacena carbono, sino que también emite menos emisiones en comparación con el concreto.

Las ciudades desempeñan un papel crucial tanto en la causa como en la solución del cambio climático. Responsables del 70% de las emisiones de carbono, las áreas urbanas albergan actualmente al 55% de la población mundial, cifra que se prevé aumente para 2050. La construcción de ciudades utilizando materiales tradicionales como el acero y el concreto contribuye significativamente a las emisiones globales de carbono. Aquí es donde la madera entra en juego como un recurso eficiente y sostenible.

Cada metro cuadrado de producto proveniente de la madera almacena una tonelada de CO2 y evita producir más de dos toneladas de CO2 en comparación con otros materiales. Esto convierte a la madera en una poderosa aliada en la lucha contra el cambio climático, ya que las ciudades construidas con este material se convierten en infraestructuras de captura y almacenamiento de carbono.

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Pero hay más ventajas detrás de la elección de madera para construir ciudades.

Además de su impacto ambiental reducido, la madera ofrece una belleza natural que brinda serenidad y armonía a los espacios urbanos. La presencia de árboles en las ciudades, tanto en su estado natural como procesados en techos, paredes, pisos y muebles, mejora la calidad del aire y reduce el estrés, promoviendo una sensación general de bienestar. Estudios han demostrado que entornos construidos con madera pueden aumentar la productividad y la agilidad mental tanto en el ámbito académico como laboral.

En Argentina y toda la región, la Cámara de la Madera (CADAMDA) lidera la promoción del uso de este material en todo tipo de construcciones, desde edificaciones particulares hasta ciudades enteras. Se trata de un recurso renovable, reciclable y con huella de carbono neutra o positiva. La madera proporciona materia prima para diversos productos, como viviendas, muebles, papeles, energía y químicos, reemplazando a menudo el uso de materiales no renovables derivados de la minería y los combustibles fósiles.

Además de sus aplicaciones tradicionales, las nuevas tecnologías, como la nanotecnología y las biorrefinerías, han abierto innumerables posibilidades para la madera en diferentes campos. Desde el punto de vista económico, la utilización de madera como material de construcción impulsa la creación de empleo y dinamiza las economías regionales, generando un efecto multiplicador en toda la cadena de valor, desde la plantación hasta la generación de energía renovable.

El proyecto «Stockholm Wood City» representa un ejemplo inspirador de cómo la madera puede ser la base de un futuro sustentable. La elección de este material en la construcción de ciudades inteligentes, también conocidas como biociudades, no solo es una solución para reducir las emisiones de carbono y luchar contra el cambio climático, sino que también promueve la armonía entre la naturaleza y el desarrollo urbano.

La madera es un recurso que ha llegado para quedarse, y su utilización en proyectos urbanos sostenibles está cambiando la forma en que concebimos nuestras ciudades. Si bien aún queda un 50% del tejido urbano necesario por construir para cubrir la demanda proyectada para 2050, apostar por la madera en la construcción es una decisión que beneficia tanto al medio ambiente como al bienestar de sus habitantes. La visión de un futuro más sostenible está construida, sin dudas, con madera.

Fuente: Portal Bioeconomía