Aptitud forestal de Colombia generaría ingresos por US$36 billones
Con una inversión anual de US$1 billón a 30 años, el país podría alcanzar 7,5 millones de hectáreas de plantaciones de madera. Sin embargo, el Plan Nacional de Desarrollo se quedó en una meta tímida de sembrar 40.000 hectáreas.
Bogotá, 9 de octubre. Con el objetivo de socializar con la rama legislativa el alto el potencial de producción de madera que tiene Colombia y que le permitirá al país generar ingresos por US$36 billones, se llevó a cabo la audiencia pública “Economía forestal como eje de la bioeconomía nacional”.
Durante la audiencia, se dio a conocer el programa a 30 años que lanzó la Federación Nacional de Industriales de la Madera (FEDEMADERAS) con el objetivo de llegar a 11,5 millones de hectáreas, de acuerdo con la alta aptitud forestal de Colombia: 4 millones de hectáreas productivas de bosque natural y 7,5 millones de hectáreas de plantaciones. Esto permitiría al país ingresos por US$36 billones, 58% más que las ventas de Ecopetrol en 2021.
De acuerdo con Juan Miguel Vásquez, director ejecutivo nacional de FEDEMADERAS, las proyecciones más allá de mostrar que hay una factibilidad, hablan de una realidad y nos dan una idea de lo que podría llegar a ser también para Colombia, considerando que Brasil consiguió ingresos por US$26 billones, más de 4 millones de empleos y una balanza superavitaria en 6,2 millones, mientras que en Vietnam se lograron exportaciones equivalentes al 32 % del total de las ventas externas de Colombia con reforestación y sistemas agroforestales y silvopastoriles.
“La UPRA ya nos dijo qué hacer, qué sembrar, dónde sembrar y cuánta madera íbamos a obtener de allí. Eso nos vale US$1 billón al año, el 1,3% del plan de inversiones del actual Plan Nacional de Desarrollo. No es mucho y con ello podríamos alcanzar un desarrollo de la economía. Se trata de que por fin comencemos a hablar el mismo idioma”, destacó Vásquez. Sin embargo, en el PND 2022-2026 se proyectó una metra cuatrienal de apenas 40.000 hectáreas y se asignó una apropiación presupuestal a través del fisco de $15.000 millones.
Se estima que la demanda de productos forestales para el año 2050 llegará a 533 millones de metros cúbicos en el mudo, en parte por la llegada a un pico de población de 2.500 millones de habitantes. Los países productores ya iniciaron una carrera por posicionarse como proveedores, comenzando por incrementar las áreas de bosque natural, dado que se estima que se necesitarán 117 millones de hectáreas en 30 años.
Una de las ventajas de la actividad forestal es que genera insumos para decenas de industrias, desde alimentos hasta producción de combustibles para aviación. Es por esto que incluso el gobierno nacional ha empezado a hablar de bioeconomía como un subsector que agrupa el aprovechamiento de la producción, utilización y conservación de los recursos biológicos.
“La pregunta al Congreso y a los gobiernos es: ¿está preparada Colombia para atender si siquiera un 10% de esto, es decir 210.000 hectáreas?”, reflexionó el director ejecutivo nacional de FEDEMADERAS, Juan Miguel Vásquez.
Lo cierto es que en Colombia la red sectorial forestal ha crecido a una tasa de 13.000 hectáreas por año y aporta menos del 1 % al PIB nacional. Además, en Colombia, el consumo per cápita de madera es tan solo una décima parte de lo que registra un país como Brasil porque todavía no se explota su potencial en generación de energía a través de biomasa ni sus propiedades en la construcción de estructuras para viviendas, como hacen otros países.
La red de la economía forestal en Colombia también es pequeña frente al mundo, el país tiene solo el 1 % de los 54 millones de plantaciones forestales de rápido crecimiento y un porcentaje menor de bosque natural aprovechado sosteniblemente con fines productivos. La industria nacional contribuye con menos del 0,07 % a la proveeduría de madera global.
Esto ha llevado al director ejecutivo nacional de FEDEMADERAS, Juan Miguel Vásquez, a asegurar que a pesar del alto potencial forestal y de producción de madera, Colombia no es un país forestal. Aun así, de acuerdo con el líder gremial, “tal vez una de las mejores soluciones, de las mejores alternativas que tiene Colombia para enfrentar la deforestación, la descarbonización, la adaptación y el cambio climático es la economía forestal”.
A la ecuación de beneficios de la red del recurso forestal y de la madera se suma también la posibilidad que tienen las plantaciones de capturar carbono, un renglón donde destacan los proyectos asociativos de pequeños propietarios con bosques de 10 hectáreas que al trabajar como una unidad resuelven los problemas de rentabilidad, altos costos, participación en el mercado y acceso a créditos o inversión.
Uno de estos proyectos en Antioquia logró agrupar 7.000 hectáreas y aportar una captura más de un millón de toneladas de CO2. Además, en la región Andina y en la Costa Atlántica se logró sumar 142 reforestadores que suman lo que tienen en promedio las empresas medianas del país. El reto sigue siendo llegar a más reforestadores pequeños que pueden ser una parte importante de la ecuación.
“Es claro que el mecanismo de carbono tiene ingresos para los pequeños, los medianos y los grandes, pero el impacto se va a ver más en la formalización del sector. Cuando empieza un proceso de asociatividad y los vamos uniendo, también los vamos formalizando y generando información mucho más precisa para la toma de decisiones tanto de ellos como del mismo Estado”, destacó Paulo Hernández, director técnico de Forestry Consulting Group.
Por esto, para Juan Miguel Vásquez, la clave está en trabajar a través de clústeres, no de sectores aislados. “El mundo y otros mercados están ahí esperando que les provean, pero necesitamos decisiones, que en Colombia comprendan de qué magnitud estamos hablando y podamos tomar acciones correctas de política pública, de competitividad”, concluyó.
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