InternacionalTransformación primaria, tableros y paneles

Baskegur promueve la madera local y la innovación para afianzar la bioeconomía vasca

En nuestro territorio disponemos de un recurso natural y renovable como es la madera de proximidad. Otra ventaja competitiva es que contamos con toda la cadena de valor necesaria para su transformación, generando así riqueza medioambiental, social y económica. Gracias a la investigación hoy es posible transformar la madera para sustituir al plástico, edificar en altura, hacer combustibles, disolventes, incluso se produce madera tan transparente como el vidrio. La construcción tradicional es la causante de buena parte de la contaminación que sufrimos. En países como Finlandia o Alemania, pero también ya en Francia e incluso en algunas comunidades autónomas como Galicia, existen normativas que fomentan las edificaciones públicas en madera conscientes de la importancia de fomentar su uso en los nuevos modelos de ciudad

En Euskadi estamos lejos del uso de la madera en la construcción si nos comparamos con el norte y el centro de Europa, pero tenemos tanto la materia prima como las empresas de construcción en madera más punteras del Estado. En unos meses París se convertirá en un gran escaparate internacional durante la celebración de los Juegos Olímpicos. Y la madera va a ser un actor de primer nivel en esta gran cita mundial. El Centro acuático y las viviendas de ocho pisos que van a albergar a los y las deportistas se han construido en madera para enviar desde la capital gala un mensaje en clave de transformación.

Madera local para apoyar la bioeconomía

Si bien la sociedad valora, cada vez más, el uso de la madera frente a otros materiales contaminantes las empresas que trabajan en el sector forestal se enfrentan, año a año, a nuevas trabas burocráticas que limitan su actividad y ponen en riesgo su viabilidad futura. Para desarrollar la Bioeconomía Forestal Circular en Euskadi debemos seguir contando con madera local. Se necesitan determinadas especies de coníferas, que deben estar presentes en la gestión del territorio conviviendo con otras de conservación en base a una gestión forestal sostenible. En la actualidad contamos con un mosaico de especies, con un 48% de frondosas autóctonas que crece año tras año. Una muestra de que es perfectamente compatible contar con especies maderables y a su vez incrementar las hectáreas de bosques con especies autóctonas. 

Gracias la labor de la propiedad forestal se obtienen beneficios ecosistémicos como la reducción de la contaminación, la fijación del agua en el suelo y el disfrute de los entornos naturales como lugares de ocio y esparcimiento. El 72% de la madera que consume la industria vasca proviene de los bosques de Euskadi y otro 26% de regiones limítrofes. Una cadena Km0 que respeta el entorno y que es mucho más sostenible que exportar madera procedente del centro y norte de Europa, que debe de ser transportada generando una huella de carbono mucho mayor en los procesos de producción. En el sector forestal-madera de Euskadi trabajan cerca de 19.000 personas en empresas que suponen el 9,6 % de la industria manufacturera vasca, cada vez más tecnificada y digitalizada. Los países que más apuestan por la sostenibilidad en Europa tienen claro que la madera va a ser una de las bases de la nueva economía verde y el material con el que construir las ciudades del futuro.

Fuente: BaskEgur

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