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El hombre que susurraba a los olivos: este diseñador transforma los árboles mediterráneos en revolucionarios muebles de madera

«El aceite de oliva forma parte de nuestro ADN”, dice el diseñador Jorge Penadés (1985), nacido en Málaga, Andalucía, una de las principales regiones productoras del mundo de este oro líquido. “Se ve en la comida, la cultura, el paisaje”, añade, rodeado de sus muebles de madera.

Tal es su vínculo con esta materia prima que, cuando se enteró de que cientos de olivos estaban siendo arrancados para adaptar los campos de cultivo a técnicas recolectoras más modernas (las máquinas que agitan los árboles para coger el fruto necesitan que estén perfectamente alineados), Penadés se preguntó cómo podía aprovechar las plantas sacrificadas. En concreto, sus raíces densas, llenas de nudos y formas irregulares –a menudo más grandes incluso que los troncos y las ramas–, que cooperativas y agricultores malvenden para leña. “Tanto técnica como estéticamente tienen buenas propiedades”, dice de las cepas que llenan su estudio, algunas de más de un siglo de antigüedad, y que el propio diseñador compra y seca.

Como las raíces suelen venir con piedras adheridas, le costó encontrar carpinteros dispuestos a arriesgarse a dañar sus herramientas para crear estos muebles de madera. Dos hermanos con un taller a las afueras de Madrid ofrecieron voluntariamente sus viejas máquinas. Penadés lleva experimentando unos cinco años con ellas, transformando este inusual tipo de madera en mobiliario. Todo se remonta al año 2014, cuando a Jorge, que entonces estudiaba un máster en el IED, le pidieron que buscase un producto asociado a su biografía, a su propia identidad, e investigar su proceso de producción. Malagueño y de familia de ebanistas, lo tuvo claro: la madera del olivo.

Muebles de madera con un profundo contacto con la tierra

A principios de este año, presentó varios prototipos de su serie Uprooted (desarraigado) en el Madrid Design Festival. En este proyecto en constante evolución, transforma tablas en sillas, estanterías o asientos hechos con varillas torneadas. Además, el malagueño acepta la imprevisibilidad de sus especímenes, acabando las piezas con aceite de oliva en lugar de barniz. “Toca aceptar el riesgo”, dice sobre este método, que permite a la madera expandirse o contraerse con el tiempo. “Esta incertidumbre me resulta atractiva”, aclara.

Penadés traslada su estilo metódico y reflexivo a todas las ramificaciones de su práctica como creativo, y no solo a estos muebles de madera. A lo largo de su carrera, ha proyectado varios espacios para la firma Camper, ha experimentado con la cinta de kinesiología (un tipo de vendaje para tratar lesiones) a modo de material de carpintería –cuyo resultado expuso en Alcova, Milán, en 2022– y hasta ha ideado un original portarrollos para el papel higiénico a base de accesorios de ferretería, con motivo de la exposición Under / Over de 2020 impulsada por la galería Marta, en Los Ángeles. “Trato de encontrar nuevas maneras de utilizar materiales existentes”, resume. Y vaya si lo hace.

Fuente: revista AD

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