ADN@FEDEMADERASTransformación primaria, tableros y paneles

Lo que el bosque descarta, la moda recupera: nuevas fibras que nacen de la biomasa forestal

Cada año, miles de toneladas de ramas, cortezas, podas y maderas sin valor comercial se acumulan en los montes del sur de Europa. No alcanzan la calidad para ser madera de construcción, ni suponen una fuente energética competitiva. Su destino habitual oscila entre la descomposición natural o la quema controlada. Pero un grupo de investigadores decidió ver en ese residuo un recurso oculto. Hoy, a través de un proyecto pionero, esas sobras del bosque podrían convertirse en el hilo conductor de una revolución textil.

La iniciativa se llama TEXWOODS y surge con un objetivo ambicioso: transformar biomasa forestal de baja calidad en fibras regeneradas para la industria textil. Detrás del desarrollo hay un trinomio de actores clave del ecosistema científico europeo. Por un lado, el Centro Tecnológico Eurecat, una institución con sede en Cataluña que lidera investigaciones aplicadas para sectores industriales; por otro, el Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Cataluña (CTFC), especializado en el estudio y gestión sostenible de ecosistemas forestales mediterráneos; y finalmente, la Universitat de Lleida, que aporta su experiencia académica en bioingeniería y procesos agroindustriales.

No es madera, es celulosa

La clave está en comprender qué es lo que realmente se aprovecha de estos residuos forestales. Aunque puedan parecer desechos leñosos sin valor, estos materiales contienen biomasa lignocelulósica, una estructura vegetal compuesta principalmente por celulosa, hemicelulosa y lignina. La celulosa, en particular, es el componente más valioso: es un polímero natural que puede convertirse en filamentos textiles similares a los de fibras vegetales como el algodón o el lino, pero sin necesidad de cultivos ni uso intensivo de agua.

Para extraer esta celulosa y transformarla en un material textil útil, el proyecto aplica un enfoque de biorrefinería avanzada. Este concepto, inspirado en el modelo de las refinerías de petróleo, adapta los procesos químicos para trabajar con materia vegetal. Así, se separan los componentes de la biomasa mediante métodos físicos, químicos y biotecnológicos, logrando un producto base que luego se convierte en fibra.

Hilatura en húmedo y equipamiento pionero

Una vez recuperada la celulosa, entra en juego una tecnología fundamental: la hilatura en húmedo. A diferencia de los métodos textiles convencionales, que implican disolventes contaminantes o tratamientos agresivos, esta técnica permite moldear la celulosa regenerada en filamentos con mayor eficiencia hídrica y energética, y con un menor impacto ambiental. La diferencia no es menor: en un sector que aún depende mayoritariamente de fibras sintéticas derivadas del petróleo, lograr un tejido circular a partir de residuos vegetales representa un salto disruptivo.

El avance tecnológico se potencia gracias a la incorporación de un equipo de extrusión desarrollado por la firma británica Fibre Extrusion Technology (FET). Esta maquinaria, única en su tipo en España, ha sido incorporada por Eurecat para completar el ciclo de transformación desde polímeros naturales o reciclados hasta hilos listos para su uso industrial. Con esto, TEXWOODS no solo demuestra que el proceso es científicamente posible, sino que también lo hace viable desde una perspectiva productiva.

Ciencia al servicio del monte y de la industria

El proyecto se despliega en entornos rurales del noreste español, donde la biomasa forestal abunda pero su aprovechamiento es limitado. Al transformar un residuo local en un insumo industrial de alto valor, TEXWOODS ofrece una triple ganancia: ecológica, porque reduce el riesgo de incendios al limpiar combustible vegetal del suelo; económica, porque puede generar nuevas cadenas de valor en territorios históricamente marginados; y social, porque dinamiza empleos en zonas con baja densidad poblacional y escasa actividad industrial.

El impacto también se deja sentir en el modelo productivo. Gabriel Anzaldi, director de Ecosistemas en Eurecat, destaca que el proyecto busca “impulsar la bioeconomía como motor de transformación en múltiples sectores, como el textil, para favorecer nuevos modelos económicos que generen oportunidades con el uso sostenible de los recursos naturales”. Su visión se alinea con una tendencia creciente en Europa: reducir la dependencia de recursos fósiles y promover cadenas de suministro más locales, resilientes y ecológicas.

Por su parte, Virginia García, directora de la Unidad de Textiles Funcionales en el mismo centro, subraya que esta tecnología “abre la puerta a un nuevo paradigma en la fabricación de fibras regeneradas, reforzando la apuesta por la innovación y la sostenibilidad en un sector en plena transformación”.

Un nuevo ecosistema textil empieza en el bosque

Más que una innovación aislada, TEXWOODS representa una visión integral sobre cómo deberían funcionar los sistemas productivos del siglo XXI. En lugar de extraer nuevos recursos, busca revalorizar lo que ya está disponible. En lugar de centralizar la industria, propone relocalizar parte de su cadena de valor en el territorio. Y en lugar de generar residuos, convierte los residuos en origen.

Mientras los escaparates del mundo siguen exhibiendo modas efímeras y fast fashion, desde los paisajes forestales mediterráneos emerge una propuesta duradera, regenerativa y con raíces profundas. Lo que ayer era simplemente una rama caída, mañana puede ser una prenda de vestir. Y en esa transformación silenciosa, TEXWOODS nos recuerda que los ciclos naturales no terminan: solo esperan ser reanudados con inteligencia y cuidado.

Fuente: Bio Economía

Share this content:

Deja una respuesta