Piden una ley de desarrollo forestal para reactivar las plantaciones de pequeños y medianos propietarios en el Biobío
Durante el encuentro «Impulsa» organizado por CPC Biobío en la ciudad de Concepción, en la Región del Biobío de Chile, varios mandatarios destacaron la importancia de adoptar medidas para rescatar la silvicultura en medio de crecientes amenazas a las bases productivas de la región.
«Si Huachipato es una bomba atómica (que impacta 100.000 empleos), perder el sector forestal sería el impacto de cinco bombas atómicas más», dijo el gobernador del Biobío, Rodrigo Díaz.
La última edición del encuentro empresarial «Impulsa» se realizó este martes bajo el clima político y social creado por el anunciado cierre de Huachipato. Fue organizado por la Cámara de Producción y Comercio del Biobío.
Sobre la situación económica y productiva de la región, el presidente de CPC Biobío, Álvaro Ananías, dijo: «Hoy nos encontramos en un punto de inflexión que es absolutamente crítico. Los desafíos a los que nos enfrentamos amenazan con debilitar nuestra fuerza industrial y afectar el desarrollo futuro de nuestra región».
Habló sobre el cierre de Huachipato y su impacto en la zona, así como la situación actual del sector forestal, en el que principalmente los pequeños y medianos actores de la industria se ven amenazados por la usurpación de tierras, actos de terrorismo e incendios. También hay escasez de incentivos para las plantaciones forestales. Ananías señaló que solo en los últimos 10 años han cerrado en el país 200 aserraderos de diferentes tamaños, que son los pequeños. «¿Por qué están cerrando los aserraderos? Porque la madera escasea. El problema al que se enfrenta el sector forestal es un problema lento que la gente se da cuenta de repente de que ha estado ocurriendo durante un tiempo. Lo que plantamos hoy lo cosechamos dentro de 20 años, así que tenemos que seguir replantando, pero eso no sucederá por sí solo. ¿De dónde saldrá la financiación? De herramientas para el desarrollo, que es donde entra el Ministerio de Economía».
En su discurso, el gobernador del Biobío en Chile, Rodrigo Díaz, pidió al gobierno tomar medidas urgentes para salvar esta industria en la región. «Es vital tener una ley de desarrollo forestal para los pequeños agricultores de esta región, que no solo son agricultores, sino también ganaderos y silvicultores. Los que salen perdiendo cuando no hay desarrollo forestal son los pequeños y medianos agricultores y los aserraderos. El ministro de Vivienda está decidido a lograr la construcción industrial con madera. Si no tenemos una ley de desarrollo forestal, no se van a plantar pinos. Si no hay pinos, no habrá construcción a base de madera chilena». Es por ello que Díaz subrayó la urgente necesidad de defender la industria forestal en la región. «Si Huachipato fuera una bomba atómica, perder el sector forestal equivaldría a cinco bombas atómicas más. Estamos perdiendo el sector forestal en este momento», enfatizó la autoridad regional.
«Lo que necesitamos es un plan de reforestación comercial para que la gente pueda sembrar especies comerciales para venderlas a las grandes empresas forestales, aserraderos y pequeños productores. De alguna manera, esto también debe traducirse en ingresos significativos para estos productores agrícolas. «Hace mucho tiempo que venimos pidiendo un plan de desarrollo forestal dirigido a la pequeña y mediana agricultura», dijo José Miguel Stegmeier, presidente de la Sociedad Agropecuaria del Biobío, Socabío.
Es importante señalar que la silvicultura genera alrededor de 77.000 empleos en la región. La industria está en peligro a nivel nacional porque aproximadamente un millón de hectáreas permanecen sin sembrar y otras 102 mil han sido usurpadas o con acceso restringido.
El presidente de Empresas CMPC, Luis Felipe Gazitúa, al dar su crudo análisis de la silvicultura en la actualidad, dijo: «Sin confianza no hay progreso. Chile necesita una agenda de reformas con un diagnóstico compartido. Las decisiones que tomemos hoy tendrán un impacto dentro de 20 años».
Y agregó: «Cuando se trata de empresas industriales como la nuestra, por cada peso que invertimos en bosques, tenemos otros siete pesos en fábricas, lo que nos obliga a replantar cada vez que cosechamos. Los pequeños y medianos productores forestales que no tienen productos industriales no tienen incentivos para replantar, y también corren el riesgo de que sus tierras sean usurpadas, quemadas o robadas. Es por eso que coincidimos con el gobernador en que debe haber un subsidio para los pequeños y medianos agricultores o industriales forestales».
Finalmente, la senadora Ximena Rincón coincidió en que se necesitan incentivos para reactivar el sector forestal. «El tema de la pérdida de empleos, el cierre de los lugares de trabajo, el problema con los aserraderos y las plantaciones que son insuficientes para mantener el desarrollo en esta área son temas de preocupación que hemos estado planteando durante mucho tiempo. Lo que necesitamos aquí es una política pública, un ejecutivo que entienda la problemática y asuma el reto de liderarla», dijo el parlamentario.
Información general sobre el sector forestal en la Región del Biobío:
En la Región del Biobío hay 1,2 millones de hectáreas de bosques, que cubren el 51% del territorio de la región. Esta se distribuye en 598 mil hectáreas de bosque nativo (25%) y 633 mil hectáreas de plantaciones forestales (26%).
Como resultado, se generan alrededor de 77 mil empleos directos e indirectos, equivalentes al 16% del empleo total de la región.
Fuente: Portal cmpc
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