Una alianza japonesa suma a la industria forestal en la carrera por el SAF
Japón está decidido a no quedarse atrás en la carrera por los combustibles sostenibles para la aviación (SAF). En un movimiento estratégico, tres gigantes industriales —Nippon Paper Industries Co. Ltd., Sumitomo Corp. y Green Earth Institute Co. Ltd. (GEI)— han sellado un acuerdo para la creación de Morisora Bio Refinery LLC, una empresa conjunta que impulsará la producción de bioetanol y bioproductos derivados de biomasa forestal. La apuesta es clara: transformar los bosques en una fuente de energía limpia que impulse la aviación del futuro.
Un proyecto con visión de futuro
El joint venture comenzará a operar formalmente en marzo de 2025 y ya tiene en la mira la construcción de una planta de escala semi-comercial en la fábrica de Nippon Paper en Iwanuma, en la prefectura de Miyagi. Utilizando recursos forestales sustentables de la región de Tohoku, como restos de madera provenientes de aserraderos, la planta producirá más de un millón de litros de bioetanol anualmente a partir de 2027. Pero esto es solo el primer paso. Con la expectativa de que el SAF se adopte a gran escala en Japón hacia 2030, el objetivo es expandir la capacidad productiva con una planta comercial capaz de generar decenas de millones de litros de bioetanol y otros bioproductos cada año.
La tecnología detrás de la transformación de biomasa en SAF
El proceso desarrollado por GEI para la producción de bioetanol se destaca por ser de bajo carbono y altamente eficiente en costos. A partir de chips de madera de la región de Tohoku, la conversión de biomasa en bioetanol se realizará mediante un proceso de fermentación optimizado, que aprovecha al máximo los azúcares de la celulosa. Una vez obtenido el bioetanol, el siguiente paso clave es la conversión en SAF. Para ello, se emplea el proceso Alcohol-to-Jet (ATJ), una tecnología que convierte el etanol en hidrocarburos mediante reacciones catalíticas. Este método ha demostrado ser altamente eficiente para generar un combustible con características similares al queroseno de aviación convencional, pero con una huella de carbono significativamente reducida.
Compromiso con la sostenibilidad y la autosuficiencia energética
El impacto ambiental es un punto central del proyecto. Utilizar madera de la región no solo reduce las emisiones de CO2 asociadas al transporte de materia prima, sino que también se empleará energía derivada de la lignina —un subproducto del proceso— para alimentar la producción, reduciendo aún más la dependencia de combustibles fósiles. Además, la iniciativa busca una gestión forestal sostenible mediante la distribución de árboles “élite” en la región de Tohoku. Estos árboles, seleccionados por su rápido crecimiento y menor producción de polen, permiten una regeneración forestal más eficiente y contribuyen a la captura de carbono atmosférico.
Japón acelera su apuesta por el SAF
El proyecto Morisora no es una iniciativa aislada. Japón ha puesto en marcha el grupo de trabajo «SAF Certification Task Group» dentro del Consejo Público-Privado para la Promoción del SAF, del cual este joint venture forma parte. Además, el eslogan del proyecto, «Turning the Power of Forests into the Power of Flight» (Transformando el poder de los bosques en el poder del vuelo), refleja la ambición de convertir la biomasa forestal en un pilar clave de la descarbonización del transporte aéreo.
Sumitomo Corporation, por su parte, ve este proyecto como un trampolín para consolidarse en el mercado global del SAF. Su plan incluye replicar este modelo en otras regiones, ajustándose a las materias primas locales, para diversificar las fuentes de biocombustibles sostenibles.
Un modelo a seguir en la transición energética
Morisora Bio Refinery LLC se perfila como un actor clave en la transformación del sector energético japonés. Con una estrategia que combina innovación tecnológica, sustentabilidad y aprovechamiento de recursos locales, esta alianza demuestra que la industria forestal puede jugar un rol protagónico en la transición hacia un transporte aéreo más limpio.
Fuente: Bio economía
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