Casa de madera: un hogar que dialoga con el paisaje

Cuando hablamos de sostenibilidad, una casa de madera siempre es la solución perfecta. Construir de manera sostenible ya no es una opción, es una necesidad. Y en este proyecto, es la base de todo. Esta casa de madera en Dinamarca diseñada por el estudio danés Peter Kjær Arkitekter está pensada para integrarse con el paisaje y reducir su impacto medioambiental. Su volumen en forma de T combina materiales naturales, una estructura transpirable y un sistema constructivo que minimiza el uso del hormigón y potencia el de la madera.

Sus 168 metros cuadrados están distribuidos adaptándose a la orografía del terreno: la zona de las recámaras protege la casa del camino de acceso, mientras que la sala y la cocina se abren hacia el oeste, donde dos terrazas a modo de porche dejan entrar la luz a lo largo del día. Desde la cocina se accede a un altillo, aumentando la sensación de amplitud.

Pero la sorpresa en esta hermosa casa de madera se encuentra en su innovador sistema de cimentación. En lugar de una base de hormigón, que suele representar hasta el 50% de la huella de carbono en viviendas de una sola planta, el refugio se apoya sobre pilares atornillados al terreno y una plataforma flotante, sobre la que se asienta la casa. Esta solución reduce al mínimo el uso de materiales pesados, respeta la vegetación y el terreno, y no compromete la estabilidad o la durabilidad de la vivienda.

El interior sigue la misma lógica. La madera de abeto Douglas, un clásico en la construcción sostenible y de cabañas desde la década de los sesenta, domina en todos los acabados y revestimientos, con un tratamiento de jabón que protege la superficie sin alterar su color natural; así, la calidez y la sensación de refugio son las protagonistas del espacio, envejeciendo de manera orgánica, al igual que el paisaje que la rodea.

Lo que sorprende tanto a los propietarios como al arquitecto es lo bien que esta pequeña casa de madera encaja con el entorno y cómo lleva esa energía de la naturaleza a su interior. Los interiores no pierden calidez ni funcionalidad, a pesar de estar rodeada permanentemente por un entorno silvestre.

En el exterior, la fachada es completamente transpirable, construida con un aislamiento de fibra de madera y barreras de vapor naturales, aumentando el rasgo ecológico del proyecto. Está forrada de abeto tratado con aceite de linaza y cubierta de un fieltro impermeabilizante pintado de verde, que se funde con el entorno y pasa desapercibido, integrándose con el bosque. La elección de materiales naturales y técnicas constructivas que reducen la huella de carbono refleja un compromiso con la sostenibilidad y el futuro del entorno, demostrando que es posible combinar diseño y responsabilidad ambiental en proyectos residenciales sin renunciar al confort.

Fuente: AdMagazine