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¿Cómo se monitorea la venta de madera legal en Colombia?

En Colombia existen varias herramientas que permiten hacer seguimiento a la madera, desde que se extrae de los bosques naturales, hasta que llega a los centros de transformación. Una de las estrategias que hace esto posible es la trazabilidad. Te contamos.

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¿Cómo se monitorea la venta de madera legal en Colombia? 

En Colombia existen varias herramientas que permiten hacer seguimiento a la madera, desde que se extrae de los bosques naturales, hasta que llega a los centros de transformación. Una de las estrategias que hace esto posible es la trazabilidad. Te contamos. 

El tráfico ilegal de madera es una de las mayores amenazas que tienen los bosques naturales en Colombia. Según cifras del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), esta actividad  es la causa de aproximadamente el 10% de la deforestación.  Así, año a año, cientos de especies maderables, muchas de ellas en peligro, son traficadas de manera ilegal, poniendo en riesgo el equilibrio ecosistémico de muchos bosques del país. En esta dinámica, la Región del Pacífico y Amazonía son las zonas más afectadas. 

  
Los vacíos institucionales y la poca presencia Estatal son algunas de las circunstancias que los vendedores ilegales aprovechan para hacerle el quite a la legalidad. “Por ejemplo, en muchos territorios los actores ilegales lo que hacen es blanquear la madera, es decir, utilizan permisos legales  para aprovechar  y transportar maderas de especies extraídas de áreas sin permisos” explica Johana Herrera, oficial de Bosques de WWF Colombia. 

     
Ante esta evidente amenaza, el Gobierno Nacional, con el apoyo de varias ONG, Agencias de Cooperación, la academia e institutos de investigación, buscan implementar distintos mecanismos para verificar los recursos maderables que salen de los bosques, uno de estos es el XyloTron, una herramienta tecnológica que está en proceso de desarrollo  para identificar especies maderables a través de mecanismos digitales de inteligencia artificial. 

  
El XyloTron es una herramienta con la que las Autoridades Ambientales y la fuerza pública ubicadas en los puestos de control y carreteras podrán confirmar si la madera amparada en los salvoconductos reglamentarios corresponde a la madera que se está transportando. La aplicación se alimenta con cientos de fotografías de piezas de madera para identificar especies forestales  con una efectividad del 97% y a la fecha se cuenta con una base de datos de 19 especies. 

Teniendo en cuenta lo complejo que es identificar las maderas en el país, debido a la gran variedad de especies que existen, “el XyloTron es una herramienta con un potencial muy importante para ayudar a las acciones de control, realizadas por las Autoridades Ambientales con el apoyo de la Policía Nacional de carreteras” explica Herrera. 

     
Justamente, esta herramienta complementa al Sistema Nacional de Trazabilidad Forestal, desarrollado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y la Asociación de Corporaciones  Autónomas Regionales y de Desarrollo Sostenible, Asocars, el cual ha sido  financiado por la Unión Europea, a través del Programa para la aplicación de las leyes, gobernanza y comercio forestales, FAO UE FLEGT. 

 
Además de la tecnología, el Sistema Nacional de Trazabilidad ha fortalecido los procedimientos  para hacer seguimiento en las etapas de planificación, aprovechamiento, movilización y comercialización de productos forestales, en donde se involucran a todos los actores de la cadena y en el que se integran diferentes sistemas de información existentes. Entre estos mecanismos se encuentran, por ejemplo, los reportes de las autorizaciones y/o permisos de aprovechamiento forestal   que se cargan al Sistema de Nacional de Información Forestal (SNIF) y al Sistema de Información de Biodiversidad (SIB) durante la fase de planeación, para registrar las especies forestales presentes en un territorio; los permisos de aprovechamiento emitidos por el ANLA en los casos en los que aplique, por medio del Sistema de Información para la Gestión de Trámites Ambientales (SILA); la plataforma VITAL para administración y consulta del Salvoconducto Único Nacional en Línea (SUNL) que otorga la autoridad ambiental y en donde se registra la cantidad, origen, destino y especies que van a ser objeto de  movilización, y el Libro de Operaciones Forestales en Línea o LOFL, un donde se registran entradas y salidas de productos forestales que son llevados a  depósitos y centros de transformación de la madera. 

  
En el webinar Mecanismos de Cooperación en los Sistemas de Trazabilidad realizado a finales de agosto 2022, Nhaydú Bohórquez, quien hace parte del Programa de Madera Legal y Sostenible de la División Forestal de la FAO, sostiene que la trazabilidad es un proceso de mejora constante, pues los sistemas de información y reportes que se utilizan para la trazabilidad siempre son susceptibles a cambios y, sobre todo, necesitan seguir siendo apropiados por todos los actores que están en la cadena, especialmente las comunidades locales y los actores privados, pues son ellos quienes pueden alimentar estos reportes con información valiosa y real. “No solo es una solución informática o un tema que únicamente le compete a la autoridad ambiental, sino un tema que va en línea con los usuarios que terminan siendo las industrias, es decir, el sector privado, pero también las comunidades» explica Bohórquez. Además, este ejercicio de mejora también exige que el Estado fortalezca el control y vigilancia de estos mecanismos, así como el cumplimiento de las leyes establecidas. 
 
¿Por qué la trazabilidad desestimula la ilegalidad? 

Con un sistema de trazabilidad fortalecido, y con los distintos actores de la cadena empoderados en el uso y aplicación de las herramientas que lo consolidan, sería mucho más difícil el blanqueo de madera en el país, lo que disminuiría en un gran porcentaje la oportunidad de comercializar madera ilegal. Así lo explica Johana Herrera, quien menciona que “en este proceso, el marcaje de los individuos desde la etapa de planeación, es fundamental para que, por ejemplo en los puntos de control, las autoridades puedan identificar la madera ilegal de manera oportuna, sin embargo, el sistema aún  está en proceso de consolidación”. 

Trabajar en la trazabilidad, y en general, en el fortalecimiento del comercio de madera legal es fundamental para mantener la riqueza natural del país. ¿La razón? La diferencia entre la madera ilegal y la madera legal puede ser gigante cuando hablamos de los daños que pueden generarse en los ecosistemas, pues, mientras que la madera legal se obtiene bajo planes de manejo ambiental y buenas prácticas forestales que garantizan la sostenibilidad de los bosques, la extracción de madera ilegal es voraz, selectiva (es decir, que busca solamente extraer las especies con mayor valor económico) y desordenada, lo que degrada estos importantes ecosistemas naturales. Asimismo, la alteración de estos ecosistemas por la tala ilegal  tiene  consecuencias en cadena, como alteraciones en el sistema hídrico, el desplazamiento de especies animales que dependen de los árboles que cosechan, por ejemplo, de sus frutos para la alimentación. 

  
Además, las afectaciones no son sólo ambientales, pues la ilegalidad llega a afectar a las comunidades locales, quienes son muchas veces instrumentalizadas por los actores ilegales para extraer la madera.  “Ellas no son quienes hacen el aprovechamiento ni la transformación de la madera y casi todo el beneficio económico se queda en el intermediario” explica Herrera. Por esta razón, cuando la comunidad no percibe un beneficio directo de estos recursos, se empiezan a generar otras dinámicas de supervivencia, que impulsan la degradación por falta de oportunidades en su territorio. 
 
Un trabajo conjunto 

Si bien la trazabilidad es una herramienta indispensable para garantizar el comercio de madera legal en Colombia, aún hay un proceso por desarrollar a nivel fronterizo. Se deben establecer lazos y afianzar las relaciones entre los países de frontera amazónica como Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, para establecer una ruta compartida que permita fortalecer el camino hacia la legalidad.  
 
En ese sentido WWF ha apoyado distintos espacios del diálogo entre las Mesas forestales de Loreto (Perú) y Amazonas (Colombia), con el apoyo de la Alianza por la Fauna Silvestre y los Bosques, una iniciativa regional financiada por la Unión Europea y liderada por WWF y WCS que busca combatir el tráfico de madera ilegal en distintos países de la región. 

¿Los resultados de estos procesos de diálogo? Apoyo a la  inauguración de un puesto de control fronterizo en Santa Rosa – Ramón Castilla, Perú, desarrollado por Gerencia Forestal,  para combatir el comercio ilegal de madera que sucede entre ambos países, y la creación de la Mesa Forestal Regional Fronteriza, un espacio de diálogo impulsado por la Mesa Regional Forestal y de Fauna Silvestre de Loreto y la Mesa Forestal del Departamento de Amazonas, con el fin de promover la articulación entre actores públicos, privados y la sociedad civil, para fortalecer la gobernanza forestal e impulsar el desarrollo del sector forestal mediante la productividad y competitividad de la región fronteriza entre Perú y Colombia. 

  
Fuente: wwf.org.co 

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