Revirtiendo la deforestación de la mano del fortalecimiento de comunidades rurales en Sudamérica:
La Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con el financiamiento del Fondo Verde para el Clima (FVC), está implementando proyectos de conservación de bosques nativos, que incluyen la generación de medios de vida y la preservación de tradiciones ancestrales de comunidades rurales de Argentina, Colombia y Chile.
La deforestación y el cambio en el uso de la tierra son importantes factores causantes del calentamiento a nivel global. En 2017, el Fondo Verde para el Clima puso en marcha un programa piloto de pagos basados en los resultados en materia de reducción de las emisiones generadas por la deforestación y la degradación forestal en los países en desarrollo. Dentro de esta iniciativa, la FAO ejecuta proyectos REDD+ (Reducción de las Emisiones por Deforestación y Degradación Forestal) que se desarrollan en Argentina, en Colombia y en Chile.

El Grupo de Mujeres Emprendedoras de Colonia Alegría, en Misiones, al noreste de Argentina, enfrentaba la degradación del bosque nativo y múltiples barreras para acceder a oportunidades productivas y fortalecer su autonomía económica. Esta situación amenazaba sus medios de vida, la salud del bosque —base de su identidad y sustento— y limitaba sus posibilidades de generar ingresos, mejorar su calidad de vida y consolidar su arraigo territorial.

A través del Proyecto Pagos por Resultados de REDD+ de la Argentina, implementado por la FAO junto al Gobierno nacional argentino y financiado por el Fondo Verde para el Clima, las mujeres comenzaron a diseñar, de manera comunitaria y mediante reuniones y talleres, estrategias productivas sostenibles, como cría de animales menores, reforestación, apicultura y agroforestería. Se trata de planes de inversión que fortalecen sus capacidades técnicas, organizativas y comunitarias.

Gracias a su participación y compromiso, las mujeres emprendedoras de Colonia Alegría hoy cuentan con un salón comunitario, un vivero para conservar semillas y avanzan en el desarrollo de sus emprendimientos productivos, como la apicultura, los gallineros y los viveros forestales, que integran prácticas sostenibles en sus bosques nativos. Estas iniciativas fortalecen su identidad, promueven la generación de ingresos y consolidan el arraigo en su territorio.

Al sur de Colombia, en el Núcleo de Desarrollo Forestal y de la Biodiversidad de Paraíso Amazónico, en Caquetá, las familias enfrentaban dificultades para acceder a leña y diversificar su alimentación por desconocimiento del potencial de los cultivos locales. Esto las llevaba a talar árboles valiosos para el ecosistema, generando mayor presión sobre el bosque y poniendo en riesgo su equilibrio. Además, el desconocimiento sobre el uso adecuado del suelo conducía a prácticas agrícolas poco sostenibles.

Para reducir la presión sobre los bosques y sensibilizar sobre el uso adecuado del suelo, la FAO implementó la estrategia “Leña sostenible, bosque seguro” en el marco del proyecto GCF–Visión Amazonía, financiado por el Fondo Verde del Clima. Con ella, las comunidades de Paraíso Amazónico recibieron, a través del río Peneya, insumos para iniciar arreglos agroforestales que integren cultivos locales y especies nativas leñosas. También, los agricultores aprendieron la preparación de fertilizantes orgánicos en Escuelas de Campo.

Con esta estrategia, las familias han fortalecido su seguridad alimentaria, y la importancia de diversificar su canasta alimentaria para mejorar su nutrición. La adquisición de un mayor conocimiento sobre su suelo y las especies de su entorno les permitió consolidar sus huertos de árboles de rápido crecimiento para producir biomasa, que utilizan como fuente de energía. Estas acciones reducen la presión sobre el bosque y promueven su conservación como fuente de vida y bienestar para la comunidad.

En el sur de Chile, en la comuna costera de Saavedra, la planta endémica chupón o quiscal ha disminuido su presencia debido a la degradación y pérdida del bosque nativo, amenazando la biodiversidad local y prácticas culturales ancestrales, como la elaboración de la Pilwa, tradicional tejido desarrollado con la fibra de esta planta y que Mercedes Huincateo, mujer de la etnia mapuche lafkenche, mantiene como patrimonio cultural y medio de vida.

Pero a partir del año 2022, en el marco del Proyecto +Bosques, iniciativa financiada por el Fondo Verde para el Clima, ejecutada por la FAO y la Corporación Nacional Forestal de Chile, CONAF, Mercedes está desarrollando acciones de restauración de bosque nativo en 6 hectáreas de su predio, con el objetivo de mejorar las condiciones del terreno y poder, en el mediano y largo plazo, recuperar la planta chupón. Así, puede continuar con la fabricación de este tejido, que constituye una valorada práctica ancestral.

El tejido de la pilwa, además de poseer importancia cultural para las comunidades mapuche lafkenche, ha sido clave para fortalecer su economía familiar. Para Mercedes, esta práctica es determinante como medio de vida, desde la extracción de la materia prima y la manufactura del tejido, hasta la comercialización del producto. En los últimos años, Mercedes, junto a otras diez mujeres de la agrupación Kusaufe Zomo han revalorizado este saber tradicional, fortaleciendo sus redes de apoyo y su comercialización.

La FAO ayuda a países de América Latina a diseñar y aplicar estrategias, planes de acción y de inversión para proyectos bajo el modelo REDD+, ayudándoles a fortalecer sus capacidades, desarrollar y transferir conocimientos de vanguardia, apoyar el acceso a financiación climática -como la del Fondo Verde para el Clima- y facilitar los procesos multiactores. Con ello, países como Argentina, Chile y Colombia, han logrado resultados significativos atrayendo inversiones para la mitigación del cambio climático y la restauración forestal en beneficio de sus comunidades rurales.
Fuente: FAO, créditos de imágenes, FAO.
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