Silvicultura en las sabanas de la Orinoquia colombiana
La sabana del Orinoco del oriente de Colombia, conocida como la Orinoquia, tiene un inmenso potencial para la reforestación con especies nativas. Esta región, aproximadamente la mitad del tamaño de Alemania, ofrece vastas extensiones de tierra para el secuestro de carbono y la producción de productos de maderas preciosas. También es el hogar de especies únicas de vida silvestre y flora, algunas de las cuales comparte con el Amazonas.
La degradación de los herbazales arbolados y los bosques de galería de Orinoquia, impulsada por incendios forestales demasiado frecuentes causados por la actividad humana, ha llevado a la pérdida de hábitat, a la disminución de la biodiversidad, la reducción de la cobertura de árboles y la perturbación del ciclo hidrológico. Estos impactos también han obstaculizado el flujo genético tanto para la vida silvestre como para las plantas.
Hoy en día, los inversores interesados en la reforestación para el secuestro de carbono se están alejando cada vez más de las plantaciones de monocultivos. Este cambio se debe en gran medida a los desafíos para demostrar la adicionalidad de especies como el eucalipto, la acacia australiana y el pino. Tanto los inversores de proyectos como los compradores de crédito de carbono ahora favorecen proyectos que involucran especies nativas, especialmente plantaciones de especies mixtas.
A medida que los mercados de carbono se enfrentan a un mayor escrutinio y estándares más estrictos, los programas de registro de carbono están elevando el listón de cómo las metodologías, y por extensión, los OVV e inversionistas, evalúan los proyectos de carbono. Una tendencia clave es la aplicación de salvaguardias más estrictas para garantizar que las actividades del proyecto no afecten negativamente al medio ambiente o a las comunidades locales.
Las empresas que comercian con créditos de carbono o compran créditos de proyectos que durarán varias décadas quieren asegurarse de que sus compromisos ambientales resistan el escrutinio. También deben estar seguros de que las salvaguardias necesarias están integradas en el desarrollo del proyecto.
Las salvaguardias ambientales para los proyectos de crédito de carbono a menudo requieren pruebas de que las actividades del proyecto no convierten los ecosistemas naturales no degradados ni perjudican las funciones hidrológicas. En resumen, el proyecto debe demostrar que las áreas involucradas ya están degradadas.
Al restaurar tierras degradadas a través de actividades de forestación, reforestación y revegetación (ARR) o restauración y conservación de humedales (WRC), los proponentes del proyecto deben demostrar que el proyecto restaura el área a un tipo de ecosistema nativo representativo de la región.
Para demostrar esto, se puede utilizar una combinación de teledetección, imágenes aéreas, modelado, revisión de la literatura, datos fotográficos y históricos de uso de la tierra/cooperación de la tierra, estudios de vegetación y vida silvestre, evaluaciones de suelos y diagnósticos de ecosistemas. Además, es esencial demostrar la adicionalidad, demostrando que el escenario del proyecto conducirá a una mayor cobertura vegetativa que un escenario en que las cosas se quedan como están.
Fuente: Cardona-Granda, J.M.; Cabanzo, W. (2024). Silvicultura cercana a la naturaleza en las sabanas de la Orinoquia Colombiana. Reporte técnico conjunto de Inverbosques & ClearBlue Markets, Puerto Carreño, Vichada, Colombia, 80p.
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